Manteca de karité para contorno de ojos todo lo que debes saber
En la actualidad, existen multitud de componentes y remedios para cuidar la piel y mantener su estado sano. Por eso, es posible que haya nombres que se te escapen, o que no sepas exactamente a qué se refieren, aunque los hayas leído veinte veces.
Si eso te sucede con la manteca de karité, estás de enhorabuena, porque vamos a explicarte sus propiedades.
En concreto, vamos a hablar de los beneficios que tiene a la hora de mejorar el aspecto externo e interno del contorno de los ojos, una zona especialmente delicada por lo fina que es la dermis en ese espacio y por lo expuesta que se encuentra a factores como el sol o los cambios de temperatura.
Además de tratarse de un ingrediente natural, cada vez más se emplea más en la industria cosmética debido a que es capaz de regenerar los tejidos, así como hidratar y proteger la piel.
Para descubrir qué más puede hacer y cómo puedes aprovechar sus beneficios, solo tienes que seguir leyendo.
Qué es la manteca de karité y cómo funciona en el contorno de ojos
Como su propio nombre indica, se trata de un extracto graso que se obtiene del árbol del karité.
Más concretamente, de la nuez, el fruto de esta planta de origen africano que tantas ventajas tiene para la dermis, gracias a su alto contenido en nutrientes esenciales.
Entre sus múltiples usos, encontramos que es útil para cuidar la piel de cualquier parte del cuerpo, pero también el cabello e incluso los labios.
En el caso que aquí nos interesa, el contorno de los ojos, actúa de cuatro maneras principalmente, que son las siguientes:
Hidratando
Seguro que ya lo sabes, pero una correcta hidratación es vital para mantener el buen estado de la dermis.
Por eso, es seguramente la acción más importante de este componente, ya que al ser rico en vitamina A, es capaz de hidratar hasta las pieles más secas y desnutridas.
Y lo mejor es que lo hace sin irritar o dañar esta piel tan fina, pues es delicada a la hora de actuar y protege con mimo una zona tan sensible como es esta.
Esto la convierte en una aliada estupenda a la hora de sanearla.
Evitando nuevos signos del envejecimiento
Otra consecuencia de lo delicada que es la dermis en este lugar es que se arruga con facilidad, dando lugar a la aparición de patas de gallo.
A este factor contribuye que en el contorno de los ojos hay pocas glándulas sebáceas, lo que lleva a que se produzca una cantidad menor de elastina y colágeno.
En cuanto al papel de la manteca de karité aquí, es muy rica en antioxidantes y también cuenta con vitamina E, dos ingredientes que ayudan a neutralizar la acción de los radicales libres, que son los culpables del envejecimiento prematuro de nuestra piel.
Gracias a que mejora su elasticidad y a que aumenta la producción de colágeno, ya puedes olvidarte de que salgan nuevas líneas de expresión o manchitas en la zona del contorno de los ojos.
Reduciendo la inflamación
Gracias al ácido cinámico y cinamato de lupeol, es capaz de disminuir notablemente las inflamaciones que puedan provocarse en la piel, ya sea por reacciones alérgicas, por culpa del acné e incluso como consecuencia de quemaduras.
Pero, más allá de sanar y dejar una agradable sensación de confort, es capaz de ayudar a que la dermis se regenere por sí misma y a acabar con las bolsas.
Encima, refuerza la barrera natural, de manera que también la protege.
Dejando la piel lista para maquillarla
Si te maquillas con frecuencia, seguro que alguna vez te habrás topado con un problema, y son esos molestos pliegues que se forman en la piel y que se notan incluso tras haber aplicado la base.
Por fortuna, la manteca de karité acondiciona la zona de manera perfecta, dejándola lisa y lista para que la maquilles.
De esta forma, el resultado final mostrará un aspecto completamente uniforme y natural, a la vez que la dermis estará perfectamente hidratada -por lo que no correrá a absorber el maquillaje que hayas puesto encima- y con las arrugas suavizadas.
Cómo puedes utilizarla para explotar al máximo sus beneficios
Una vez ya tenemos claro por qué es tan beneficiosa y recomendable de aplicar en la zona que bordea de los ojos, ha llegado la hora de descubrir cómo puedes hacer esto, ya que existen múltiples maneras en las que puedes hacer uso de la manteca de karité.
La más habitual es a través de productos cosméticos que la contengan, así que vamos a ver paso a paso cómo darle un buen uso.
- El primero es el de siempre: limpiar la cara con agua y secarla con una toalla, sin hacer demasiada fuerza.
- Después, extrae una pequeña cantidad -del tamaño de un grano de arroz para cada ojo- y extiéndela con la yema de dos dedos.
- Ve aplicándola por toda la zona del contorno de los ojos, con suavidad, sin hacerte daño. Si ejerces demasiada presión, podrías dañar las fibras de elastina y colágeno de la zona, así que ten cuidado y no quieras correr.
- Una vez lo tengas, dale unos pequeños toquecitos (como tamborileando las manos por todo el contorno), pues de esta forma fomentas que el producto se absorba mejor y que no queden restos grasos.
- Antes de acabar, asegúrate que no te has dejado ninguna zona sin cubrir.
Un consejo a tener en cuenta es que si tus párpados tienen tendencia a acumular sebo y piensas maquillarte, lo mejor es que no eches manteca en esta zona, ya que lo único que conseguirá será aportarte más grasa e impedir que el maquillaje sea duradero.
Por qué deberías usar un contorno de ojos
Por lo que mencionamos en el párrafo anterior: porque es la mejor manera de aplicar manteca de karité al contorno de los ojos.
Además, es el método más práctico para mantener la piel de la zona hidratada, flexible y en un estado óptimo.
Lo único que debes tener en cuenta es que la única forma de obtener buenos resultados es siendo constante en su uso y utilizándolo todos los días en dos ocasiones, la primera por la mañana (antes de maquillarte) y la segunda por la noche, cuando te limpies el rostro antes de irte a dormir.
Cómo elegir el mejor contorno de ojos
Además de todo lo visto anteriormente, es importante que tengas en cuenta que lo mejor siempre es hacerte con productos cuya formulación sea fundamentalmente en base a ingredientes naturales y sin presencia de irritantes, parabenos u otras sustancias nocivas.
También debes fijarte en los componentes para ver cuáles son sus propiedades.
Si cuentan con ingredientes descongestionantes, te ayudará a acabar con el hinchazón y las bolsas, mientras que aquellos con beneficios antiaging serán estupendos para decirle adiós a las arrugas para siempre.
Una alternativa es que realices tu propio producto para el contorno de los ojos.
En ese caso, es recomendable poner al baño maría manteca de karité y luego mezclar esta cantidad con partes iguales de aceite de coco, aceite de rosa mosqueta y aceite de almendras dulces. De esta forma, tendrás tu propio producto hecho en un periquete.
La combinación con otros ingredientes activos es clave
Por mucho que la manteca de karité sea súper beneficiosa, solo existe una manera de conseguir los mejores resultados, y esa es la combinación de este ingrediente con otros que sean complementarios, para que juntos puedan mantener en perfecto estado el contorno de los ojos.
Es decir, que necesitas aportar a la dermis otros principios activos que sean capaces de reducir la hinchazón, disminuir ojeras y bolsas y, sobre todo, reducir la presencia y profundidad de las arrugas, así como ayudar a prevenirlas.
El mejor aliado con el que puedes dar es el ácido hialurónico, un un polisacárido perteneciente al grupo de lo glicosaminoglicanos que se ocupa de mantener elástica y en buen estado la dermis. ¿Cómo lo consigue? Gracias a que es un poderoso humectante.
Conclusiones finales
Como has visto en este repaso, la manteca de karité es realmente beneficiosa para la piel y, más en concreto, para la que rodea la zona del contorno de los ojos.
Por tanto, si quieres cuidar la dermis y evitar que se avejente, opta por contornos de ojos que la contengan y que cuenten con otros ingredientes clave.
Si estableces una rutina y tratas con delicadeza este trozo de piel, seguro que consigues grandes resultados, acabando con bolsas, ojeras y arrugas y, como consecuencia, devolviéndole a tu mirada el brillo perdido.
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